"Hay hombres que luchan un día y son buenos, otros luchan un año y son mejores, hay quienes luchan muchos años y son muy buenos, pero están los que luchan toda la vida, y esos son los imprescindibles"
Bertolt Brecht
Carlos Tévez fue -junto al goleador Higuaín- la figura de la cancha en la goleada argentina contra Corea del Sur. Es el ídolo del pueblo, ya se sabe, pero más que eso el jugador que no puede faltar, según describió con maestría el Díego antes de que arrancara el Mundial.
Hoy Carlitos mostró porqué: es capaz de hacer cualquier cosa que al equipo le haga falta. Sin Verón en la cancha, con Messi un poco más parecido a su hermano malo de las Eliminatorias, fue Tévez el que inclinó la cancha, cuidó la pelota, avanzó con criterio, presionó hasta recuperarla, metió pases punzantes, gambeteó en los momentos justos y hasta pateó un tiro libre que no fue gol por milímetros.
El Mago Capria comentó en las últimas horas -y tiene razón- que a veces los jugadores que quieren hacer muchas cosas a la vez terminan por no hacer nada bien.
Pero con Tévez ocurre que tiene múltiples virtudes y una de ellas es la enorme capacidad de adaptación para enfrentar distintos rivales, diferentes instancias y posiciones diversas. Tévez juega del mismo modo contra africanos, asiáticos, europeos o sudamericanos; como jugó del mismo modo en Argentina, en Brasil y en Inglaterra; o como jugó del mismo modo en equipos que pelearon campeonatos internacionales o el descenso local.
Esa capacidad de adaptación es la misma que lo puede convertir en delantero neto, en enganche o hasta en volante de marca. Por eso es el que no puede faltar: porque es el jugador más completo que tiene la Selección (yo creo que hasta ahora también es el mejor -si hay un pan y queso y elijo yo, dame a Tévez-, aunque podría no ser el mejor e igualmente es el más completo).
Más completo significa que en los 4 aspectos esenciales que el fútbol pone en juego, él tiene algo que ofrecer: es un dotado técnicamente; físicamente tiene un equilibrio de fuerza, potencia y velocidad que padecen todos sus rivales; anímicamente es un león que no da ninguna por perdida (a veces se pasa de la raya y se pone en riesgo de expulsión); tácticamente es inteligente y puede hacer distintas cosas que le ordene un técnico, incluyendo recuperar la pelota.
Esto último no quiere decir que Tévez no tenga una naturaleza, que es la de delantero. Tévez es un delantero de alma, desde ya. Pero es capaz de hacer en defensa aportes que otros delanteros no ofrecen. Eso nace en el potrero: es probable que los jugadores criados sobre todo en divisiones inferiores -dato que se acrecienta en el caso de los más "europeizados"- tengan conceptos vinculados con la especialización, pero los jugadores que se hacen sobre todo en el potrero son los que tienen que jugar un poco de todo (defender, atacar, pelear, jugar, bancarselá).
Y si el equipo necesita un Tévez más deslucido, así tendrá que ser. Hoy, ante la ausencia física de Verón y ante la irregular presencia de Messi, fue el que se cargó el equipo al hombro e hizo un desgaste tremendo antes de ser reemplazado.
En el partido anterior le había tocado un trabajo más sucio, una especie de mano derecha de Verón para aportarle fortaleza y resistencia en la media cancha. A lo mejor en el partido o los partidos que vienen, le toca alguna otra función más.
Pero algo está clarito: Tévez es el que no puede faltar. El imprescindible.
4 comentarios:
Coincido en el análisis, Tevez no puede faltar. Pero sigue dando la sensación que esa vehemencia en cualquier momento te deja con diez. Me pasa con Heinze también. Quizás sea por la función que le da Maradona, es cierto, pero en comparación Agüero fue mucho más decisivo en el resultado, y jugó muchísimo menos tiempo.
De acuerdo.
La enjundia de Tévez me da los mismos miedos.
Y también es verdad que Agüero -que jugó 20 minutos maravillosos- influyó en el resultado notoriamente: no sé si tiene sentido la comparación con Tévez, porque ingresó cuando tenía espacios que antes no habían existido (espacios que Tévez ayudó a abrir) y con los coreanos víctimas del cansancio (cansacio que Tévez ayudó a producir).
Hasta antes del partido yo lo sacaba a Tevez, ponía a Clemente 4 y a Jonás de 8. Me parecía que Tevez era el que menos había demostrado, entre tantos monstruos de ataque, que debía tener un lugar entre los once.
Después, cuando al rededor del minuto 70 el Diego lo saca para poner a Agüero me pareció que el cambio debía ser otro. Podía salir Di María que ya estaba cansado y no se mostraba tanto como en el primer tiempo, o mismo Higuain que tampoco estaba apareciendo en el partido.
Obviamente, esos últimos 20 minutos de partido le dieron la derecha a Maradona...
Y bueno, que sirva para callar a los que dicen que Diego no es DT, que no escuchaa a su cuerpo técnico. Estuvo impecable con los cambios, impecable con las jugadas paradas, impecable con la función que le da a Messi, impecable la decisión para poner a Tevez.
Hoy contra Grecia veremos quién le sirve más al equipo. Saludos.
Publicar un comentario