Alguna vez Jorge Valdano -¿o algún otro?- soltó algo así como que los Mundiales son torneos de fútbol que se juegan cada cuatro años, en distintos países, y en el que los alemanes son finalistas.
Hoy, contra el lamentable equipo de Australia -lo peor que se vio en lo que va de Sudáfrica 2010- los alemanes hicieron lo que se les antojó: ganaron 4 a 0 y pudieron ser más, pero ya hubiera dado vergüenza ajena.
Así que ojo con Alemania, que es la de siempre, pero con aportes enriquecedores respecto de los tradicionales conjuntos germanos que se han destacado por su organización pero siempre dejan una imagen que estéticamente no es precisamente un canto a la belleza.
Para empezar, es un equipo mucho más joven (un promedio de 25 años) que las Alemania de otras épocas, y también que otras selecciones candidatas de este Mundial.
Para empezar, es un equipo mucho más joven (un promedio de 25 años) que las Alemania de otras épocas, y también que otras selecciones candidatas de este Mundial.
Tiene, además, detalles de juego que se suponían ausentes en los representativos teutones: además de la obsesión por el orden, ahora resaltan el manejo de la pelota, buenas combinaciones en velocidad, desbordes... Oezil, morocho y movedizo, resalta en ese asunto. Desde ya cuenta con la potencia goleadora de dos conocidos como Klose y Podolski, además del despliegue y la claridad de Schweindteiger, un cincazo.
Un par de curiosidades:
Todos los alemanes juegan en la Bundesliga.
El plantel tiene unos cuantos jugadores originarios de otras tierras (Polonia, Brasil, la ex yugoslavia): ¿tendrá que ver eso con un estilo que se mantiene pero a la vez se enriquece con aportes que llevan otro ADN?
Alemania es candidata, otra vez y como siempre. No se sabe si será como para llegar a la final (porque además se quedó sin Ballack, su estrella y capitán) pero está.
Desde ya que Australia fue un desastre: un equipo tosco, ingenuo, que tira siempre el "orsay" -pero mal- y que apuesta -pero mal- al pelotazo y la fuerza física.
Dos perlas finales:
Alemania fue hasta ahora, junto a Argentina, la que mejor jugó y más situaciones creó, aunque convirtió en mayor proporción (y un buen equipo, o un campeón, a veces sacan una luz de ventaja por su contundencia y precisión en la definición).
Esta misma Alemania es la Selección a la que Argentina le ganó 1-0 este año, después de las Eliminatorias, cuando de alguna manera empezó a armarse el actual equipo mundialista que comanda el Diego.
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