viernes, 25 de junio de 2010

Maradó

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Yo tengo una perspectiva más bien social, transpersonalista, y creo que la clave de Maradona está en esa sintonía. Con la mística de la confianza, con la pedagogía de la autonomía, Maradona conduce no conduciendo. Menos es más. Democracia deliberativa y delegativa no son excluyentes. Maradona no hiere la autoestima del otro con instrucciones o preceptos: se centra en enumerar objetivos ("entrá y definímelo") asumiendo que el destinatario tiene discrecionalidades y aptitudes para cumplir con la orden. Las expectativas alimentan al sujeto y el sujeto se las come.

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