Cae el sol, que es lo único que a este día le quedaba por caer.
No tengo ganas de nada y escribo apurado, una mezcla de catarsis y remedio.
En la tele las berretadas están a la orden del día y los buitres hacen de la derrota su victoria más preciada. La encuesta de Clarín en la que esta mañana casi el 70% de los votantes decía que Diego debía quedarse como DT de la Selección (encuesta inoportuna para el momento en que fue lanzada) ahora se dio vuelta, como corresponde a la raza argenta de lectores que votan en las encuestas de Clarín: siempre se dan vuelta.
Estoy triste. Estamos tristes.
Son las reglas del juego, sí, ya sé, el que juega pierde, el que ama se desengaña, el que se compromete padece. Pero estamos tristes. Y eso que nos habíamos levantado tan radiantes y confiados...
Ahora vuelan por Internet les merecidas bromas extranjeras, tenemos la misma pena que los brasileños, sentimos -como el Diego- que Alí nos bajó de un trompadón. Y queremos -como Mascherano- retirarnos del fútbol. “Si pudiera, me retiraría del fútbol”, dice Mascherano. Lo mismo que nosotros. Él tiene un contrato con el Liverpool. Y nosotros tenemos un contrato con los sueños.
Cuando pase este nuevo derrumbe, vendrá otro sueño, seguro.
Pero todos queríamos que fuera ahora, esta vez. Yo, por lo menos. Ahora que estaba El Diego, ahora que parecía que había materia prima para llegar a eso que, aunque a veces parezca fácil, es demasiado difícil: ser campeones.
En medio del fárrago de estupideces y golpes bajos, leo la crónica de Gustavo Arballo, en boca de Maqueda: tengo ganas de suscribirla de pé a pá.
El partidazo, las sensaciones, el orgullo, la referencia a los dolores brasileros y el cabulerismo generalizado, empezando por esa gilada de poner pantallas gigantes en los lugares públicos donde antes no las había...
Dejo la discusión sobre el mediocampismo para mejor momento. Pero le doy la razón a Arballo en algo: Diego, finalmente, apostó al fin del mediocampismo y puso mucho especialista en defender y mucho especialista en atacar.
Arballo cree que Alemania hizo lo mismo. Yo dudo. Bah, no dudo, estoy seguro: Alemania hizo exactamente lo contrario. Puso en la cancha especialistas en defender y en atacar. Todo a la vez, al mismo tiempo, por el mismo precio.
Es una buena receta ésa, de todos modos, tenga el nombre que tenga: equipos ultraofensivos, también para nosotros. Pero para eso hay que tener jugadores. Con once Tévez sí se puede. O -ponele- con 8 Tévez y 3 Mascheranos. Mientras tanto, no...
Los alemanes atacan y defienden con pasión y eficiencia. Van y vienen, muerden, raspan, vuelan, marcan, recuperan, juegan y llegan.
Los nuestros son un poco menos flexibles, por usar la palabra que dio origen a la discusión. Diego intentó el mismo espíritu ofensivo, un anti-mediocampismo en serio: a excepción de Tévez, no puso entre los titulares a un solo jugador que pudiera hacer un poco de todo.
¿Te imaginás a Mascherano entrando en el área como lo hizo el alemán del apellido difícil que nos provocó antes del partido? ¿A Messi peleándoles la pelota a los rivales como hace Podolski? ¿A Di María volviendo a posiciones defensivas en el acto, como hace Müller? ¿A Heinze llegando con tanta claridad al área de enfrente como Lahm?
No. Argentina puso especialistas: unos en defender (defendieron mal, para colmo) y otros en atacar (atacaron mal, para colmo). Fue un rotundo triunfo del mediocampismo. Y es una pena.
Una pavada más, pero a lo mejor no tan pavada: la cantidad de kilómetros recorridos por los jugadores alemanes durante el partido supera enormemente a la que hicieron los jugadores argentinos. Correr más no es un mérito en sí mismo, pero si el que corre más encima corre bien, te mata. Igual, hay una punta de algo que viene, sí: sin mediocampo o con todos mediocampistas, el tema es atacar. Me ilusiono: en un futuro no muy lejano, no podrá integrar la Selección ningún jugador que no tenga condiciones para atacar (es un modo de salirme del tema, de gambetear la tristeza...).
Pero así salen partidos como el de hoy: hermosos (sí, pero...). Tuvimos el empate a tiro en un momento, el corazón se nos salía del pecho, nos levantamos del sillón gritando que era ahí, que Argentina que Argentina, que venía el empate, que venía... pero vino el 2-0 y se cayó la estantería.
Ahora hablarán Toti Pasman y sus imitadores baratos (o demasiado caros). Y el fútbol seguirá andando. Y la vida, claro...
“Maradona o muerte”, me manda alguien un mensajito.
Me queda cinismo para responderle: “Maradona y muerte”.
Nunca es para tanto, claro. Pero... mirá qué lindo hubiera estado este sábado si no pasaba lo que no debió haber pasado, ¿no?
Ahora hay que esperar hasta 2014, y en el medio prometeremos mil renuncias y renunciaremos a renunciar y volveremos a soñar, hallaremos las excusas necesarias para otra ilusión y compartiremos más y mejores sueños colectivos.
Aunque -como pasó hace un rato, como pasa todos los días- caiga el sol que mañana volverá a salir.
7 comentarios:
Esta muy bueno tu blog y aunque disiento bastante con lo que escribis reconozco que esta bien escrito y bien pensado. Como escribi en mi blog, para mi lo que nos falta es el enganche
Viendo por tele - en la cancha se puede ver distinto - creo que Alemania juega 4-2-3-1, Del Bosque termino jugando hoy sin puntas (4-2-4, donde los cuatro "delanteros" son Xavi, Iniesta, Villa, y Pedro), Uruguay juega 4-4-2 y Holanda 4-2-2-2, solo para nombrar los 4 semifinalistas. Igual me parece que la discusion del resultado de hoy no tiene que ver con el modulo tactico sino con la falta de concepto de equipo, porque se pueden ganar partidos como los gana Martino o como los gana Del Bosque. La nuestra fue una apuesta a amontonar buenos jugadores y que las asociaciones fueran espontaneas. Ya nos habia ido mal contra Mexico, pero es dificil arguir contra la prepotencia de los resultados. Ahora los resultados son iguales de prepotentes.
Coincido. Creo que el Diego le erró mucho, pero lo quiero tanto que no me da para ponerme a ver esas cosas. Aparte, ya se sabe cómo es Maradona, ¿no?: no podíamos pedirle que se "modere" a mitad de camino. Se jugó a todo o nada.
Igual, el equipo siempre jugó mejor en este mundial -contra rivales más débiles, eso sí- cuando tuvo a Verón en la cancha. Verón es lo más parecido a un enganche que había en este plantel.
Son sus características las que pesan: entiende el juego mejor que nadie, piensa, distribuye la pelota. Y también es punzante en córners y tiros libres, un detalle -otro detalle- que dejamos en los pies de Messi, y bastante flojito estuvo.
Pero bueno... eso no pasó. Qué cagada.
No me gusta Veron, pero coincido en la lectura. Para mi estuvo impreciso en el primer partido y perdio bien el puesto, pero lo que decis es esencial: entender el juego. Messi tiene 23. Y el futbol no es solo gambeta y apilada, hay que saber cuando jugar corto, cuando largo, frenar, etc. Por eso hay que seguir a Iniesta (Sneijder tambien sabe no?).
Y sí. Lo dije en algún post, hablando sobre Holanda: Sneijder es riquelmeano... con un poco más de dinámica y juventud, pero de esos que hace jugar mejor a los otros.
A lo mejor es nada más que una casualidad, no quiero sacar conclusiones apresuradas de eso, pero Holanda tuvo a Sneijder, España a Iniesta y Xavi, Alemania a Ozil y Uruguay hasta probó -y lo hizo bien- con Forlán en esa posición de armador de juego, enganche, organizador o como quieran llamarle.
El fin de la ilusión
No sólo se terminó la ilusión de ser campeones despues de mucho tiempo sino también la ilusión de que este "equipo" podía serlo. Me encanta la definición de "especialista en defender y en atacar" y coincido en que Alemania hizo lo mismo. La diferencia está en el como y es allí donde el Diego no dio con la altura. Los jugadores, todos a este ninvel, saben lo que tienen que hacer y son lo s técnicos los que deciden como encarar un partido. Más allá de las discusiones sobre quien debia jugar o de quien es la culpa (algo que ahora muchos parecen especializarse) el equipo murió con la suya, la del 10...y la que todos apoyabamos. Hasta los que no somos defensores de Maradona como DT queríamos que todo saliera bien porque el le dio alegría y felicidad dentro de la cancha al país. Pero las cosas cambiaron: cuando el se retiró se acabó eso de que un jugador podía resolver sólo un partido. Eso sólo lo hacía Diego Armando Maradona.
Ahora hay que volver a ilusionarse para el 2014...y todos queremos dar la vuelta frente a todo Brasil pero la única ilusión que no quiero es que una selección sin trabajo vaya a tratar de traer la copa.
P.D.: me olvidada....mas que el fin del mediocampismo me parece que nació un nuevo concepto: el mediocampo alemán...ya comentaremos cuando se me pase la tristeza.
Nunca me gustó hacer futurología y te había señalado, no recuerdo si en un posteo del fisgón o por aquí; siendo fana de Maradona,mi temor de que volvieramos con Lionel, sin que metiera un gol(Parte de toda la prensa nacional, se obsesionó con el tema), pero al menos que estuvieramos entre los mejores Cuatro.
No pudo ser, lo consideré una certeza abusurda, que todo veíamos, pero complicemente alentabamos y sosteníamos, por esa alegría y los afectos que Diego prodiga. NUNCA VIMOS UNA SELECCION ARGENTINA, CON TANTO CONTAGIO DE BUENA ONDA.Los niños y los adolescentes se apropiaron de esos afectos los hicieron suyos.Todos fuímos felices por tres semanas...Cómo no reconocerlo!!!
Creo que Diego debe seguir conduciendo la SELECCION, con otros asesores, pero debe estar ahí: hay un caudal de energía argentina que sólo el Diez, puede concentrar. Mirá que soy hincha de River.un abrazo.
Que bueno, que bueno los comentarios sobre el mundial.
Lo que pasa que Maradona siempre ilusiona. Ilusionan los miles de pibes que aparecen jugando fùtbol en nuestro paìs, pero creo que debemos ayudarlos con alguna cuota de organizaciòn de reestructura de los torneos locales, de una verdadera federalizaciòn del fùtbol. La mayorìa de los planteles son provincianos, sin embargo el fùtbol està hecho para la capital, bahh igual que siempre, desde los impuestos, las energìa, todo. Pero creo que el fùtbol deberìa intentar algo como el basquet en la descentralizaciòn, en la federalizaciòn.-
Creo que nos malilusionamos y bueno, somo asì. Ganamos en el 78 con el fùtbol libre de Menotti y el gran aporte de la Junta Militar y la embajada peruana: ganamos el 86 con el fùtbol previsor y tàctico de Bilardo y el tremendo valor agregado de Maradona. Despuès intentamos con el fùtbol de pelo corto de Passarella, luego con la intelectualidad del fùtbol en manos de Bielsa y nos fue peor- Hay quienes dicen que la selecciòn brasilera es otra imagen del fùtbol local que se juega y repiten lo mismo para Alemania. Nosostros tambièn, Alemania no habìa mostrado tanto hasta Argentina, parace que lo descubrimos cuando jugò con nosotros. No es ni muy muy, ni tan tan. Por lo comentarios de uds parace que tenemos el nuevo campeòn, vamos a ver. Ligaron mucho con nosotros. Nos hicieron un gol en el vestuario y se volvieron loco los de menos experiencia; Otamendi no se sabìa donde estaba, Messi nunca supo donde estaba, Higuain parecìa calzado con ventosas. Cierto no nos hicieron algunos màs en ese momento pero, cuando arrancò el segundo, por espacio de casi 20 minutos, con argentina jugada, mereciendo empatar, desaparecieron muchas de esas virtudes que uds le endilgan. Y no empatamos por las ventosas de Higuain, porque Messi no llegò al mundial y porque el de arriba enloqueciò y se hizo nazi. Otra hubiera sido la historia sin ese gol temprano. Tenemos lo que tenemos. No es tan malo, ahora eso de las ilusiones de los mejores somos nosotros los que debemos equilibrarlas.
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