domingo, 11 de julio de 2010

Paciencia es sabiduría


Tal vez esa vieja frase que enseña -o pretende enseñar- que las finales no se juegan, sino que se ganan, metió la cola en el España 1 - Holanda 0 que cerró el Mundial de Sudáfrica 2010.

Para confirmar que había sido el mejor de todos, España se tuvo que tomar su tiempo: no alcanzó a confirmarlo en la red durante el reglamentario y tuvo que aguardar a que en el suplementario se le abriera el arco.

En el medio, el mejor equipo del mundo tuvo que luchar contra unas cuantas cosas: la rigidez de los holandeses que salieron más dispuestos al hacha y tiza que a jugar de igual a igual, las contradicciones de un árbitro muy severo para mostrar las amarillas pero demasiado retardado para determinar expulsiones, la falta de profundidad que sigue siendo una de las defectuosas características de su juego y la precisión-velocidad de la dupla Schneijder-Robben, que a punto estuvo en un par de contraataques de llevarse a su casa lo que era de la Roja.

En medio de ese panorama, que no le permitió a España desarrollar el juego maestro que había exhibido en la semi ante Alemania, hubo sin embargo espacio para una enseñanza: la paciencia es sabiduría.

España esperó hasta que el partido recompusiera sus peores partes, aguardó sin renunciar a su estilo ni a su idea que se lustraran los pies de los que más saben, tocó para el costado y para atrás hasta que hubiera lugar para el pase punzante. Y le salió.

A veces no sale, es así: los resultados muchas veces contradicen todo un proceso.

Esta vez no: España dominó claramente en el segundo tiempo, cuando Xavi empezó a encontrar la pelota y los lugares. Pudo padecer en su propio arco, pero estuvo a punto varias veces de marcar ese gol que tanto se hacía rogar. Cuando encontró su mejor versión, el toque justo y la pelota en su poder, España hasta hizo ver fatiga física en su rival.

Habrá tiempo de otros análisis, de distintas miradas y conclusiones, pero el gran mérito español en esta tarde final fue ese: esperar el momento oportuno, aguardar el instante indicado para el gol, como si en los integrantes de ese colectivo anidara la certeza de que perseverando en la idea, iba a llegar.

De alguna manera, ese desenlace es a su vez metáfora del torneo entero, que España arrancó con una derrota que los fracasistas anunciaron como el peor de los augurios, la retirada en primera ronda. Ese 0-1 contra Suiza fue fruto de una casualidad, porque ya entonces España fue mejor y debió haber ganado (pero los resultados, a veces, son así de desgraciados).

Frente a ese obstáculo, la ganancia fue no caer en la duda y apostar las fichas a la misma idea y las mismas formas. Acertó España. Y se convirtió -fruto de su paciencia, que es sabiduría- en el primer equipo que, perdiendo su partido del debut, sale campeón del mundo.

3 comentarios:

Super Riquelme dijo...

Muy buen post, Juan Pablo. Creo que Iniesta podria haber errado esa tambien, ir a los penales y perder, pero el mensaje va a quedar para siempre. En ese sentido, te paso el link de mi post... es El Triunfo de la Dignidad
Un abrazo y felicitaciones a los campeones!!

Jás dijo...

Que jugadorazo es Esneider, el mejor del partido, lejos. Y cuando terminó el partido el tipo fue, saludo a los gallegos y se sentó en el pasto, sin grandilocuencia, sin llanto, son protestas como el insoportable de Robben. Un capo, sinceramente.

Matías Rodríguez dijo...

muy buen titulo para un mejor articulo y escuchame porque, tuvieron constancia desde los mundiales juveniles de 1999, empezaron a forjar la base en corea japon 2002 cuando los locales lso limpiaron con trampa y en el 2006 pintaban lind0, el 2010 es la coronacion, solo que no se si se podran mantener asi, para brasil 2014 muchas de sus figuras seran grandes, todo va a cambiar, pero mientras no se caigan como lo hizo francia luego del mundial de 98 y al europa del 2000, la base puede cambiar pero no la idea, un saludo

fobal2000